sus afirmaciones lapidarias, de hecho, Placebo deja por donde pasa "un rastro de sangre y semen" o, por lo menos, eso dicen estos fans británicos de Sara Montiel.
La diva manchega "es uno de nuestro referentes musicales y culturales", comentó provocativamente Brian Molko, el líder de la banda, una devoción de la que dejó patente este carismático artista con tan sólo exhalar el humo de su cigarro que fumaba con la misma afectación de la cantante en el "El último cuplé" e idéntico entornado lánguido de ojos.
Adalides del desafío en el rock y de la libertad sexual, no en vano emprendieron su carrera artística de la mano del rey del glam David Bowie, Placebo ofreció hoy una conferencia de prensa para presentar el que será su único concierto en España dentro de su gira mundial, una cita que se agotará hoy mismo en la sala La Riviera de Madrid. Y llegan con un último álbum bajo el brazo -o sobre la pestaña, a razón de la consistencia de las capas de rimmel con las que se las cubren-, "Without you I'm nothing (Black market music)", un disco que sigue la senda de la exploración musical que iniciara Sonic Youth y en el que se mezclan referencias a Pj Harvey, del mejor trabajo de Tom Waits e incluso, ciertas dosis de britpop.
"Nos gusta investigar, evolucionar con las nuevas corrientes. Dicen que somos los mayores representantes del glamrock, pero no es cierto. Aquello nos pilla lejos, estamos más cerca de la música disco y quizás, por ello, hemos heredado esa obsesión por la perfección del pop. No obstante, seguimos siendo muy duros", comentó Molko, quien duda si en el recital madrileño interpretará "Taste in men", el primer sencillo del álbum. En el Reino Unido este tema ha sido una auténtica "bomba de relojería", sobre todo, por lo explícito de su letra con alto contenido sexual, especialmente gay. "La mayoría de nuestras canciones se pueden poner en boca de un hombre o una mujer. Este es un tema sobre un 'corazón partío' -dijo el vocalista en perfecto castellano-, pero 'nos jode' que siempre trasciende el lado morboso de las cosas y eso luego, oscurece el resto de nuestro trabajo".
Nacida a mediados de los 90, la banda Placebo -compuesta por Brian Molko, Stephan Ols Dal y Steve Herwitt-, que ya estuvo en España el verano pasado en el Gutiérrez Festival compartiendo escenario con otros iconos de la música indie como los californianos REM o la viuda de Kurt Cobain, Courtney Love, se considera "muy ecléctica a la hora de componer". "A Stephan le tira el sonido electrónico, a mí, el rock duro -prosigue Molko, señalando a cada miembro del grupo con sus largas uñas negras- y a Steve, el punk y el underground. Por eso, nuestra música es orgánica, vive y respira... como Sara Montiel, nunca aburrida. Está en continua reproducción". (Esto lo dice Molko mientras hace el clásico mohín Montielesco: Boquita que resalta los pomulos). En este sentido, Placebo considera que el vientre musical británico está "yermo". "Oasis ha generado que la rebelión de la música rock en Gran Bretaña haya muerto", sentenció el integrante sueco del grupo, Stephan Ols Dal.
De ahí que, Placebo apunte su mirada "más que democrática" -puntualiza Herwitt, muy callado en su comparecencia- hacia lo que se fragua al otro lado del océano, en Estados Unidos donde "las alternativas musicales son más libres, los estilos no se repiten una y otra vez y se sigue manteniendo ese concepto sofisticado del rock que nosotros queremos mantener en la música inglesa". Sin embargo, esta amplitud de miras no significa tampoco que Placebo se olvide del rico pasado rock british y tienen la intención de convertirse en férreos continuadores de la obra de Depeche Mode, una "movida" que, a su juicio, grupos como los mencionados Oasis, Simply Red, Sting o Phil Collins -mencionado por triplicado- "se han encargado de destruir." "Nosotros, como Depeche, queremos un público inteligente. Todo lo demás no nos vale", concluyó Molko.
No hay duda que estos ingleses saben su rollo y con la inspiración de Sara Montiel es posible que se mantengan muchos, pero muchos años en la vanguardia del rock ...o del surrealismo.
|